martes, 24 de febrero de 2015

El Sindrome de "burn out": definición y recomendaciones

sábado 3 de marzo de 2012 - 12:00 a.m.
Nelson Riquelme Pereira
Psicólogo
Redacción digital
online@laestrella.com.pa


A Anastasia Cristina no le apetece nada. A pesar de que tiene 17 años en el trabajo que siempre quiso, de unos meses para acá se siente muy cansada y molesta, aunque no sabe por qué. Ha ido al médico y está bien de salud, pero no de ánimo. Sin embargo, Anastasia Cristina no siempre fue así. Alguna vez tuvo la sensibilidad a flor de piel y los problemas de la gente llegaron a partirle el corazón. Luego, por razones de sobrevivencia, se hizo fuerte, aprendió a sobrellevar las tragedias, a pensar que no era su problema y, hubo un tiempo en que fue bastante efectiva. En el pasado incluso ganó premios de desempeño y su conducta siempre se consideró ejemplar. Pero paulatinamente, la empatía se transformó en indiferencia ante el sufrimiento humano, la sensibilidad dio paso a la insensibilidad, que con el tedio, la rutina, la burocracia del trámite, el horario incomodo y asfixiante y la pereza, de manera inconsciente, dio como resultado la atención ruda, despiadada y sin corazón. ¿Qué le ocurre a Anastasia Cristina? ¿Qué circunstancias hay detrás de su cambio? ¿Podrá recuperarse?
 
Por la descripción del padecimiento de Anastasia Cristina se puede conjeturar que está sufriendo una enfermedad de la sociedad actual conocida como ‘burn out’ o síndrome de ‘estar quemado’, Este síndrome ‘se refiere a un estado de agotamiento emocional, físico y psíquico grave en el que la persona se derrumba a causa del cansancio mental o estrés que surge de la interacción social y ante una rutina laboral’. Este síndrome afecta principalmente a personas que por su profesión acostumbran a atender a los demás, entre ellos personal médico, policial, sanitario, administradores y educativo y se caracteriza por un proceso de despersonalización que puede ser grave.


El trastorno se produce en un largo periodo de tiempo, es un proceso progresivo e incapacitante, en cual la persona percibe que no puede dar más de sí a los demás, al sentirse abrumada por las demandas emocionales de los otros. Este trastorno incluye la exposición gradual al desgaste laboral, al desgaste del idealismo, a la falta de energía y de logros y a la consecuente desmotivación. Entre los síntomas que puede provocar el síndrome están baja autoestima, abandono, irritabilidad, cinismo, aburrimiento, incompetencia, autovaloración negativa, un estado de frustración agobiante con melancolía y tristeza, sentimientos de impotencia, pérdida, fracaso, estados de neurosis, en algunos casos psicosis con angustia y/o depresión e impresión de que la vida no vale la pena, llegando en los casos extremos a ideas de suicidio.

Entre los factores que precipitan la aparición de este síndrome están los factores ambientales, como el continuo trato con personas gravemente enfermas, los factores personales y factores desencadenantes, que terminan invadiendo la vida social y familiar del afectado, que opta por aislarse y quedarse solo. Además de estos factores es necesario mencionar los factores relacionados con la naturaleza del trabajo, con variable organizacional e institucional, con la variable interpersonal (colegas, familia, amigos, redes de apoyo social) y con la variable individual (características del profesional como edad, sexo, experiencia, rasgos de personalidad).

Para prevenir el síndrome de ‘burn out’ es conveniente que se entienda que para atender a los demás se debe estar en condiciones, se debe cuidar de sí mismo, conocer su cuerpo, entender sus señales y atender su salud mental. Por tanto, se recomienda realizar un ritmo de trabajo que no sea excesivo, respetando las pausas de comida, descansos, ocio productivo, etc. Tomar medidas de precaución, por ejemplo, cuando se sienta tenso, hacer una pausa y procurar hacer una pequeña relajación, para luego continuar. También puede decir ‘no’, cuando le encomienden más tareas de las que pueda realizar y procurar favorecer el trabajo en equipo. Es muy importante establecer fronteras entre su trabajo y su vida privada, cuidar su ambiente familiar, hacer gimnasia, masajes, relajación y apoyarse en su red social: familia, amigos, compañeros. Sin embargo, en caso de presentar el síndrome se hace necesario acudir a un profesional de la psicología.

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